El diplomático explicó que la familia del jugador estaba en uno de los palcos del Estadio Nacional de Santiago. "Me avisaron que estaban muy incómodos y que los estaban agrediendo tanto verbalmente como con escupitajos", afirmó en declaraciones a la radio Cooperativa.
Al percatarse de la situación, Gines dijo que realizó las gestiones con la dirigencia local para trasladarlos a una cabina de transmisión, en los momentos en que se estaban levantando para irse a su hotel.
"La situación fue muy incómoda", aseveró y recordó que le pidió a un comisario de Carabineros (policía local) que le ayudara a acompañarlos hasta una cabina de transmisión para que estuvieran más protegidos.
Sin identificar a los miembros de la familia del jugador del Barcelona de España, el embajador argentino en Santiago añadió: "Cuando salieron del estadio, al término del partido, también intercedí para que los dejaran pasar".
Sobre la situación, Ginés le restó gravedad pese a lo incómodo del momento, y se mostró extrañado por la decisión de no separar a las fanaticadas de ambos países durante la final del certamen, jugada ante unos 45 mil espectadores.
"Me pareció extraño que la gente haya estado toda mezclada en el estadio. Es un tema de respeto, que pasa en todos lados. Pero también se dio que estaban las hinchadas juntas lo que es raro. No pasó a mayores", resaltó.
Chile logró el sábado pasado por primera vez en su historia el trofeo de la Copa América, al vencer a Argentina 4 a 1 en definición a penales y tras igualar 0 a 0 en los 90 minutos reglamentarios y en los 30 de tiempo suplementario.
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